Cuando planeas unas vacaciones, elegir el destino es solo la mitad del viaje. La otra mitad es decidir
cómo quieres vivirlo.
Y ahí surge la gran pregunta:
¿hotel o resort? No, no es lo mismo. Y aunque muchas veces se usan como sinónimos, lo cierto es que
hay diferencias importantes que pueden cambiar por completo tu experiencia.
Si tú también te lo has preguntado alguna vez, aquí te explicamos
qué distingue a un hotel de un resort, y cómo saber cuál encaja contigo.
¿Qué es un hotel?
Un hotel es una opción de alojamiento que ofrece servicios básicos como habitaciones, desayuno, limpieza, recepción y, según su categoría, puede incluir
piscinas, restaurante, gimnasio o spa. Hay hoteles urbanos, rurales, de playa, boutique, con encanto, de lujo...
Su gran ventaja:
la versatilidad.
Muchos hoteles hoy en día ofrecen
regímenes de todo incluido, opciones gastronómicas variadas y espacios para el descanso. Son perfectos para quienes quieren una estancia cómoda, bien ubicada y con un buen nivel de servicio.
✔️ Ideal para escapadas cortas, viajes de trabajo, vacaciones en pareja o viajeros independientes.
✔️ Más enfocado al
alojamiento y descanso, con servicios adicionales.
¿Y un resort?
La palabra
resort ya suena a vacaciones largas, planes infinitos y todo a tu alcance. Y no es casualidad.
Un resort es un
complejo turístico mucho más amplio, pensado para que el huésped lo tenga todo
dentro del mismo recinto: alojamiento, restauración, ocio, deporte, entretenimiento, tiendas, spa, actividades organizadas, animación…
En otras palabras: no hace falta salir del resort para tenerlo todo.
✔️ Ideal para familias, grupos o personas que quieren
disfrutar sin preocuparse por nada.
✔️ Enfocado al
entretenimiento completo y la experiencia vacacional integral.
✔️ Espacios amplios, varias piscinas, múltiples restaurantes, actividades y más.
¿Hotel o Resort? La elección depende de ti
La clave está en
qué tipo de viaje estás buscando:
·
Si buscas desconexión total, todo incluido real, muchas instalaciones y planes sin moverte del sitio → un
resort es tu mejor aliado.
·
Si prefieres libertad, un ambiente más íntimo o moverte por el destino explorando a tu ritmo → un
hotel puede ser más acertado.
También influye si viajas solo, en pareja, con niños o con amigos.
Un resort suele ser perfecto para
viajes familiares o de relax total, mientras que un hotel se adapta mejor a viajes más
flexibles y personalizados.